Las cosas no pueden volver.

Y te sientas, y ves una foto de hace un par de años, y lloras, no paras, te arrepientes, piensas, y sigues llorando. Porque cuando tuviste tiempo de jugar, bailar, cantar, soñar, reír, divertirte, conseguir cualquier cosa que se te antojara, tú querías crecer. Querías salir, bailar de otra manera, subirte a unos tacones grandísmos, divertirte, dormir por la mañana, reír por la noche. Y ahora, cuando puedes hacer todas esas cosas te arrepientes, cuando estás cansada de salir por la noche y lo único que quieres es ponerle un nuevo disfraz a tu barbie. Cuando tu madre ya no cuenta contigo para divertirse, si no para regañarte. Cuando de las diez amigas que tenías ahora tienes una, cuando todo está más oscuro que nunca, cuando no encuentras la salida y no sabes que hacer. Entonces es cuando cierras los ojos, piensas mientras una lágrima se te cae por las mejillas y dices ''quiero volver atrás''. Y cuando abres los ojos, y esa pequeña lágrima ya a llegado a parar a tus pantalones, piensas ''ya no puede ser''.