viernes, 22 de abril de 2011

Si seguimos con el plan establecido nos cansaremos al ratito de empezar.

Brindo por las risas, por los llantos, por las fiestas, por los domingos durmiendo hasta las dos de la tarde. Brindo por los regalos que no me gustaron y recibí con una sonrisa, por la cara que se le pone a la gente cuando admito que estoy loca. Brindo por mis caídas, y brindo por cada vez que me levanto. Brindo por los sueños, eróticos, románticos, diavólicos, inolvidables y.. De aquellos que no puedo describir. Brindo por mis amigos, por mis amigas, por los momentos de bajón y de subidón, por los batidos de fresa y los helados de pistacho. Brindo por mi cara al levantarme. Brindo por aquel vestido que no pude comprarme y le vi a esa tía tan puta llevar. Brindo por la gente que me odia. Brindo por la gente que me quiere, o eso dice. Brindo por mis labios después de beber una botella de JB en media hora. Brindo por mis ojos después de llorar. Brindo por las mierdas que he pisado. Brindo por las veces que he perdido algo importante. Brindo por aquellas botas rotas que no tienen explicación, o que quizás yo no quiera contar. Brindo por una buena tarde, un banco de madera, un cigarro ''camel'' en mi mano, y la música que me sale de los cojones escuchar. Y ahora, después de todo esto, cuando me quedan dos gotas de champagne francés, brindo por tí, y por mí.

No hay comentarios:

Publicar un comentario